Silvia Rivas no nació encima de una moto, pero casi. Desde muy niña se ha desenvuelto como pez en el agua entre los motores y las dos ruedas gracias, fundamentalmente, a la gran afición de su padre por este deporte. Como no podía ser de otro modo, esa inquietud finalmente desembocó en la competición, primero en ámbito autonómico y posteriormente a nivel nacional e internacional.
Abel y Moisés Bernárdez, Ricardo Costas o Adrián Garrido han formado parte de los pilares fundamentales de la carrera deportiva de esta gallega de 15 años. Sus consejos y entrenamientos han ido moldeando poco a poco la técnica depurada y constante de Silvia, cuya evolución desde sus inicios en el año 2005 ha sido más que evidente. Obligada en un primer momento a competir en las categorías masculinas en el ámbito autonómico por ausencia de la modalidad de féminas, ha debido ser en el salto al nivel nacional donde se encuentre más cómoda. Según sus propias palabras, su corazón sigue estando en Galicia, porque allí están los compañeros que empezaron con ella desde niños, pero su futuro la espera más allá de un campeonato donde sólo pueda competir contra hombres.
Abel y Moisés Bernárdez, Ricardo Costas o Adrián Garrido han formado parte de los pilares fundamentales de la carrera deportiva de esta gallega de 15 años. Sus consejos y entrenamientos han ido moldeando poco a poco la técnica depurada y constante de Silvia, cuya evolución desde sus inicios en el año 2005 ha sido más que evidente. Obligada en un primer momento a competir en las categorías masculinas en el ámbito autonómico por ausencia de la modalidad de féminas, ha debido ser en el salto al nivel nacional donde se encuentre más cómoda. Según sus propias palabras, su corazón sigue estando en Galicia, porque allí están los compañeros que empezaron con ella desde niños, pero su futuro la espera más allá de un campeonato donde sólo pueda competir contra hombres.
Ya el año pasado Silvia tuvo sus primeros encuentros con carreras de ámbito nacional. Disputó la Copa Nacional de féminas, quedando finalmente 5ª, y salió al ruedo en el II Supercross-Freestyle Internacional celebrado en el Coliseo de A Coruña para acabar tercera. “¡Fue increíble! Toda esa gente (más de 5000 personas) estaba allí, pendiente de la única chica gallega que corría, y yo no me lo podía creer. Además, estaba rodeada de los mejores pilotos del panorama nacional de supercross”. Si a esto sumamos su presencia en el mundial de motocross en Águeda (al que acudía arropada por Abel Bernárdez y Ricardo Costas), la temporada terminó perfecta, lo que pocos esperaban debido a una lesión que la tuvo apartada de las pistas durante casi dos meses. “Lo cierto es que me cortó la temporada, porque no pude entrenar nada, pero al final me recuperé y pude firmar una buena actuación”.
El objetivo principal en este año 2010 para el equipo de Silvia es la Copa Nacional de Féminas, donde confía en hacer un buen papel y para lo que se está preparando a conciencia. “Esperamos poder poner las cosas difíciles a Carmen Segura. El entrenamiento está siendo duro, pero espero estar a pleno rendimiento cuando empiece la temporada”. Y aunque el objetivo principal es el nacional de motocross, Silvia participará también en el Cto de España de crosscountry en la modalidad de féminas. “Me viene muy bien para entrenar la resistencia encima de la moto”, confiesa. Y como no podía ser de otra forma, allá al final del camino está el Campeonato del Mundo de féminas. “No es nuestra prioridad este año, aunque si podemos, participaremos para seguir adquiriendo experiencia de cara al futuro, en las carreras de Águeda (Portugal) o Bellpuig (Cataluña)”, nos confirma su jefe de equipo. Todo ello sobre la flamante Kawasaki KX 250F, de la que Silvia está más que orgullosa y que cuida como si tuviese vida.
De los objetivos a los logros, hay un largo camino de trabajo y esfuerzo, pero todo aquello que hagamos y consigamos, seréis de los primeros en saberlo.